Este disco tiene una doble inspiración: por un lado, el signo que aparece en la portada es la letra N del abecedario árabe. Con ella los terroristas del ISIS marcaban las casas de los cristianos en Siria e Irak (N de Nazarenos). Es una invitación a solidarizarnos con nuestros hermanos perseguidos: ¡Todos somos Nazarenos, pues todos hemos sido marcados, ungidos en nuestro bautismo!

Por otro lado, muchas de las canciones nacieron en un contexto de acompañamiento psico-espiritual a supervivientes de abusos, y con ellas intento transmitir la esperanza de que la sanación es posible.